*EL GALLITO DE LA CATEDRAL*
Don Ramón
Ayala y Sandoval era un sujeto que tenía mucho
dinero y que además le encantaba
la vida nocturna.
Entre sus aficiones preferidas destacaba el tocar la guitarra y desde
luego el beber acompañado de sus amigos. Se decía que su corazón le pertenecía
a Mariana, una joven que vivía en las cercanías de su hacienda.
La rutina diaria de don
Ramón no cambiaba en absoluto. Se levantaba a las 6:00 de
la mañana y después se disponía a desayunar. El almuerzo consistía en un bistec
asado acompañado de papas y huevos fritos. Todo eso acompañado de una taza de
humeante y espumoso chocolate.
Luego de saciar su apetito, se dirigía a la biblioteca, en donde
disfrutaba leyendo un rato. Posteriormente, regresaba a su habitación para
tomar una “merecida” siesta, después se levantaba de la cama para bañarse, pues
debía estar listo para salir por la tarde. Don Ramón paseaba por las calles,
hasta llegar al local
de vino de Mariana (a
quien apodaban la Chola).
Ya con unas copas encima, – ¡Qué gallito! ¡Qué disparate de gallo!
Luego, don Ramón caminaba por la bajada de Santa Catalina. Entraba en la tienda
de la señora Mariana a tomar unas mistelas. Allí se quedaba hasta la noche. Al
regresar a su casa, don Ramón ya estaba coloradito. Entonces, frente a la iglesia de la Catedral, gritaba:
¡Para
mí no hay gallos que valgan! ¡Ni el gallo de la Catedral!
Don Ramón se creía el mejor
gallo del mundo! Una
vez al pasar, volvió a desafiar al gallo: ¡Qué tontería de gallo! ¡No hago
caso ni al gallo de la Catedral! En ese momento, don Ramón
sintió que una espuela
enorme le rasgaba las piernas. Cayó herido. El gallo lo sujetaba y no le permitía moverse. Una
voz le dijo:
¡Prométeme que no volverás a tomar mistelas!
¡Ni siquiera tomaré agua! ¡Prométeme
que nunca jamás volverás a insultarme! ¡Ni siquiera te
nombraré! ¡Levántate, hombre! ¡Pobre
de ti si no cumples tu palabra de honor!
Gracias por tu perdón gallito .Entonces el gallito regresó a su puesto. ¿Cómo pudo bajar de la torre si ese gallo es
de fierro?
Ya pueden imaginarse lo que sucedió: los amigos de don Ramón le jugaron una
broma, para quitarle el vicio de las mistelas. el hacendado una noche se topó
con un gallo de pelea, al que retó a un duelo.
AUTOR:
“VALORES
DE LA LEYENDA EL GALLITO DE LA CATEDRAL”
Los
valores que podemos rescatar son: El amor, respeto, y el perdón por ende todas
las personas debemos ser pre cautelosos ante ciertas situaciones.
Autor: Allisón Arévalo (Estudiantes 5to “B”)
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