*EL PADRE ALMEIDA*
Todas
las noches, él iba hacia una pequeña ventana que daba a la calle, pero como
esta era muy alta, él se subía hasta ella, apoyándose en la escultura de un
cristo yaciente. Hasta que una vez el Cristo ya cansado de tantos abusos, cada
noche le preguntaba al juerguista: ¿hasta cuándo padre Almeida?, a lo que el
respondía: “Hasta la vuelta Señor”.
Una
vez alcanzada la calle, el joven sacerdote daba rienda suelta a su ánimo
festivo y tomaba hasta embriagarse. Al amanecer regresaba al convento. Tanto le
gustaba la juerga, que sus planes eran seguir con este ritmo de vida
eternamente, pero el destino le jugo una broma pesada que le hizo cambiar
definitivamente.
Pues
una madrugada el padre Almeida regresaba borracho, tambaleándose por las
empedradas calles quiteñas, rumbo al convento, cuando de pronto vio que se
aproximaba un cortejo fúnebre. Le pareció muy extraño este tipo de procesión a
esa hora, y como era curioso, decidió ver el interior del ataúd, y al acercarse
vio su propio cuerpo dentro del mismo.
Del
susto se le quito la borrachera, corrió desesperadamente hacia el convento, del
que nunca volvió a escaparse para irse de juerga.
FUENTE:
VALORES
Respeto,
Obediencia
Si bien es cierto
en esta leyenda el personaje principal no cumple con estos valores hacemos
referencia a estos ya que es lo que en realidad se debería hacer. El respeto y
obediencia a nuestro Padre celestial Dios.
Autor: Doménica Gualli (Estudiantes 5to “B”)
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