*LA OLLA DEL PANECILLO*
Había
en Quito una mujer que diariamente llevaba su vaquita al Panecillo. Allí pasaba siempre porque no tenía un potrero donde llevarla. Un día, mientras recogía un
poco de leña, dejó a la vaquita cerca de la olla. A su regreso ya no la
encontró. Llena de susto, se puso a buscarla por los alrededores.
Pasaron
algunas horas y la vaquita no apareció.
En
su afán por encontrarla, bajó hasta el fondo de la misma olla y su sorpresa fue
muy grande cuando llegó a la entrada de un inmenso palacio. Cuando pudo
recuperarse de su asombro, miró que en un lujoso trono estaba sentada una bella
princesa. Al ver allí a la humilde señora, la princesa sonriendo preguntó: - ¿Cuál
es el motivo de tu visita?
-
¡He perdido a mi vaca! Y si no el encuentro quedaré en la mayor miseria
-contestó la mujer sollozando.
La
princesa, para calmar el sufrimiento de la señora, le regaló una mazorca y un ladrillo de oro. También la consoló
asegurándole que su querida vaquita estaba sana y salva. La mujer agradeció a
la princesa y salió contenta. Cuando llegó a la puerta, ¡tuvo la gran sorpresa!
- ¡Ahí está mi vaca! La mujer y el
animalito regresaron a su casa.
FUENTE:
VALORES:
La humildad y tenemos que aprender a decir la verdad.
Autor: Ariel Salazar (Estudiantes 5to “B”)
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